Millonario acuerdo extrajudicial servirá para pagar reentrenamiento bilingüe a cientos de inmigrantes en Texas.
El Paso, Texas.— En un arreglo fuera de tribunales, el gobierno federal y el de Texas llegaron a un acuerdo por 6.5 millones de dólares con trabajadores hispanos desplazados en la frontera a consecuencia Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El director de la Unión de Trabajadores Fronterizos, Guillermo Glenn, que interpuso la demanda, dijo que ese fondo ayudará a cientos de inmigrantes que perdieron sus trabajos a raíz de la implementación del TLC.
El líder obrero indicó que el dinero pactado será invertido en programas de capacitación bilingüe que permitan a trabajadores desplazados de origen mexicano la obtención de un empleo bien remunerado.
El arreglo entre las partes fue el punto final de un proceso judicial interpuesto en 2003 por la unión, que representa a aproximadamente dos mil personas que quedaron desempleadas luego de la implementación del TLC.
Glenn indicó que la demanda buscaba una restitución por la pérdida de empleos de los trabajadores y por la ausencia de programas de capacitación que prepararan a estos obreros.
El TLC establece que las personas que pierden el trabajo por el tratado tienen derecho a recibir una compensación por dos años, y entrenamiento para ayudarlas a encontrar otro empleo.
El acuerdo, dice Glenn, beneficiará a más de 300 desempleados hispanos, la mayoría mujeres, que tienen muy poco conocimiento de inglés.
Los desplazados recibirán capacitación bilingüe en un oficio y clases adicionales de inglés, además de dos años de remuneración económica.
Glenn señaló que desde 1994 unas 30 mil personas han perdido su empleo por la implementación del TLC, que ocasionó el cierre de fábricas en ciudades fronterizas estadounidenses que fueron trasladadas a México.
Según el director de la Unión de Trabajadores Fronterizos, los programas de entrenamiento que han recibido unos dos mil hispanos “han sido ineficientes”.
La lucha de Glenn y su organización por mejorar la calidad de capacitación que ofrecen instituciones locales se inició hace más de tres años.
“Los primeros trabajadores desplazados recibieron muy poco entrenamiento, concentrado en el aprendizaje del idioma inglés y preparación para el GED”, expuso el líder obrero.
El dinero que otorgará la Comisión de Empleo de Texas será entregado a instituciones que ofrecen capacitación, que deberán comprometerse a implementar programas bilingües de entrenamiento.
“Esas personas ganaban de 10 a 15 dólares la hora, y deben estar en posibilidades de recibir al menos el 80% de este dinero”, expuso.
Glenn indicó que el desenlace de esta demanda es un paso muy importante y una gran victoria para los trabajadores desempleados.
Expuso que es además importante que se reconozca la habilidad y conocimiento de los trabajadores, y que las fábricas no condicionen las contrataciones al conocimiento del inglés.
“Queremos que den la oportunidad a los aspirantes a un empleo a entrar a trabajar y aprender el inglés sobre la marcha”, agregó.
El activista adelantó que otra preocupación de los trabajadores es el ambiente antiinmigrante que se ha desarrollado en la frontera, y que hace que el uso del español no sea bien visto.
“Esperamos que eso no impida que se desarrollen los programas”, comentó, y agregó que los trabajadores deben unirse para demandar igualdad y calidad en los entrenamientos.
“Está visto que unidos vamos a poder lograr mucho más”, concluyó Glenn.
Hispanos desplazados por el TLC recibirán capacitación
Millonario acuerdo extrajudicial servirá para pagar reentrenamiento bilingüe a cientos de inmigrantes en Texas.
El Paso, Texas.— En un arreglo fuera de tribunales, el gobierno federal y el de Texas llegaron a un acuerdo por 6.5 millones de dólares con trabajadores hispanos desplazados en la frontera a consecuencia Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
El director de la Unión de Trabajadores Fronterizos, Guillermo Glenn, que interpuso la demanda, dijo que ese fondo ayudará a cientos de inmigrantes que perdieron sus trabajos a raíz de la implementación del TLC.
El líder obrero indicó que el dinero pactado será invertido en programas de capacitación bilingüe que permitan a trabajadores desplazados de origen mexicano la obtención de un empleo bien remunerado.
El arreglo entre las partes fue el punto final de un proceso judicial interpuesto en 2003 por la unión, que representa a aproximadamente dos mil personas que quedaron desempleadas luego de la implementación del TLC.
Glenn indicó que la demanda buscaba una restitución por la pérdida de empleos de los trabajadores y por la ausencia de programas de capacitación que prepararan a estos obreros.
El TLC establece que las personas que pierden el trabajo por el tratado tienen derecho a recibir una compensación por dos años, y entrenamiento para ayudarlas a encontrar otro empleo.
El acuerdo, dice Glenn, beneficiará a más de 300 desempleados hispanos, la mayoría mujeres, que tienen muy poco conocimiento de inglés.
Los desplazados recibirán capacitación bilingüe en un oficio y clases adicionales de inglés, además de dos años de remuneración económica.
Glenn señaló que desde 1994 unas 30 mil personas han perdido su empleo por la implementación del TLC, que ocasionó el cierre de fábricas en ciudades fronterizas estadounidenses que fueron trasladadas a México.
Según el director de la Unión de Trabajadores Fronterizos, los programas de entrenamiento que han recibido unos dos mil hispanos “han sido ineficientes”.
La lucha de Glenn y su organización por mejorar la calidad de capacitación que ofrecen instituciones locales se inició hace más de tres años.
“Los primeros trabajadores desplazados recibieron muy poco entrenamiento, concentrado en el aprendizaje del idioma inglés y preparación para el GED”, expuso el líder obrero.
El dinero que otorgará la Comisión de Empleo de Texas será entregado a instituciones que ofrecen capacitación, este dinero”, expuso.
Glenn indicó que el desenlace de esta demanda es un paso muy importante y una gran victoria para los trabajadores desempleados.
Expuso que es además importante que se reconozca la habilidad y conocimiento de los trabajadores, y que las fábricas no condicionen las contrataciones al conocimiento del inglés.
“Queremos que den la oportunidad a los aspirantes a un empleo a entrar a trabajar y aprender el inglés sobre la marcha”, agregó.
El activista adelantó que otra preocupación de los trabajadores es el ambiente antiinmigrante que se ha desarrollado en la frontera, y que hace que el uso del español no sea bien visto.
“Esperamos que eso no impida que se desarrollen los programas”, comentó, y agregó que los trabajadores deben unirse para demandar igualdad y calidad en los entrenamientos.
“Está visto que unidos vamos a poder lograr mucho más”, concluyó Glenn. que deberán comprometerse a implementar programas bilingües de entrenamiento.
“Esas personas ganaban de 10 a 15 dólares la hora, y deben estar en posibilidades de recibir al menos el 80% de