Unos 250 millones de pesos fueron aportados por el Estado Nacional a los gremios para sus obras sociales en los últimos años, cuyo destino resulta incierto al no existir justificación de su destino, de acuerdo a un informe periodístico conocido.
Los fondos eran para la atención de enfermedades de alta complejidad y para prevención, pero hasta el momento los gremios no rindieron cuentas sobre la utilización de ese dinero, según publicó un matutino porteño.
Unos 208 millones de pesos fueron girados por el Estado para tratamientos médicos especiales y cuyo destino nunca se conoció a pesar de que la ex ministra de Salud, Graciela Ocaña, había ordenado su devolución.
En tanto, unos 48 millones de pesos correspondieron a un plan de subsidios para tratamiento de tabaquismo, hipertensión, obesidad y otras enfermedades, cuya rendición presenta irregularidades.
A su vez, unos 17 millones de pesos fueron los fondos retenidos por la obra social del gremio de los bancarios del sindicalista Juan José Zanola.
El titular del sindicato bancario es uno de los más complicados, al figurar en la causa judicial que investiga la mafia de los medicamentos adulterados.