"El Ministerio del Interior ha dejado de dar permisos de trabajo a ciudadanos extranjeros que trabajan para la mayoría de las organizaciones no gubernamentales internacionales en los territorios palestinos, entre ellos Jerusalén Este", publicó hoy un diario local.
Hasta ahora, los cooperantes disponían de un visado especial de trabajo B1 que conseguían en Interior a través del Departamento de Relaciones Internacionales del Ministerio de Asuntos Sociales.
Pero en una aparente reestructuración de las regulaciones que están vigentes desde 1967, Interior sólo concede ahora sólo visados de turista.
Las nuevas regulaciones contemplan la posibilidad de que el visado de turista en el pasaporte del solicitante vaya acompañado de un sello especial o texto que le permita trabajar única y exclusivamente en el territorio de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), a diferencia del B1 que incluye también el territorio israelí.
Cooperantes dijeron al diario que creen que con esta nueva política Israel trata de impedirles trabajar en Jerusalén Este, considerada por su legislación parte integral del territorio israelí a pesar de que fue ocupada en 1967, y forzarles a trasladar sus sedes a ciudades bajo gobierno de la ANP.
El diario revela además que el Ministerio israelí del Interior estudia traspasar a Defensa las atribuciones para obtener las recomendaciones que antes daba Asuntos Sociales, lo que puede suponer nuevos obstáculos.
Entre las organizaciones afectadas están Oxfam, Médicos sin Fronteras, Save the Children o Terre des Hommes, que trabajan en la zona desde hace años y cuyo trabajo es vital para asistir a la población palestina en Cisjordania y Gaza.
Otros perjudicados por la medida son lectores universitarios y empresarios.