Más de 5.000 empleados de automotrices y empresas autopartistas afrontan suspensiones, adelantos de vacaciones y hasta posibles despidos, debido al impacto de la crisis financiera internacional, y frente a esta situación cientos de trabajadores del sector marcharon por el centro porteño para reclamar estabilidad laboral.
Además, los trabajadores enrolados en el gremio de SMATA reclamaron un aumento salarial del 50 por ciento para los empleados de las concesionarias, ya que aún no lograron cerrar las negociaciones entabladas con ACARA, la cámara que agrupa a esas compañías.
"Las empresas hablan de sobrante de gente y por eso venimos a pedirle al Ministerio de Trabajo que extreme las medidas para evitar que las terminales terminen echando gente", sostuvo Mario Manrique, secretario Adjunto de SMATA.
El gremialista sostuvo que "pretendemos es que se firme un acuerdo de estabilidad laboral, por lo menos, hasta fines del año que viene".
Ricardo Pignanelli, del gremio de los mecánicos, consideró que "la industria automotriz y los empresarios están caminando más rápido que la crisis" financiera internacional.
Al respecto, indicó que las terminales "desde hace cinco años vienen batiendo records" y señaló que ahora "cuando todavía no empezó la crisis, a lo primero que echan mano es a la gente".
"No tiene que haber despidos", aseveró Pignanelli y advirtió que "el compañero contratado es efectivo" por lo que tiene que contar con los mismos derechos.
En el marco de la movilización hacia
Luego circularon a muy baja velocidad por cuatro de los cinco carriles de la autopista en la mano hacia Capital, generando largas colas de autos.
Tras el ingreso a Capital, la caravano tomó por la avenida Lugones, la autopista Illía y
Allí los trabajadores realizaron una asamblea frente a la sede de la cartera laboral, en la avenida Alem al 600 de esta Capital, lo cual también provocó demoras en el tránsito.
La semana pasada la empresa automotriz Renaul decidió suspender por 11 día a unos 1.000 trabajadores de la planta que tiene en Córdoba.
En tanto, la italiana Fiat adelantará vacaciones a partir del 9 de diciembre próximo a los 2.200 empleados que tiene la compañía.
Volkswagen e Iveco decidieron restringir la cantidad de turnos de trabajo, afectando en total a unos 1.300 operarios entre las empresas.
A su vez, la autopartista Gestan -que cuenta con 1.200 empleados- adelantó vacaciones a unos 300 trabajadores debido a la caída en el nivel de producción.
General Motors había enviado telegramas de despidos para 436 empleados de su planta ubicada en Santa Fe, pero a partir de una conciliación óbligatoria decidió entablar negociaciones con el gremio.
Ante esta situación, la planta de General Motors retomó las actividades "con normalidad" tras dos días de inactividad en el marco del conflicto desatado por el despido de trabajadores contratados, como consecuencia de la crisis financiera internacional.
El secretario gremial de la delegación Rosario de SMATA, Gabriel Bianucci, confirmó que "a partir de las 6 de la mañana la gente ingresó con normalidad" a la planta santafecina y que incluso "están entrando a la planta por tareas de capacitación" los que habían recibido telegramas de despido.
El automotriz fue el primer rubro de la industria en encender la señal de alerta respecto de las consecuencias que traería aparejada la crisis financiera internacional en el mercado local por la caída de las ventas al exterior.
La planta de GM de la localidad santafesina de Alvear, ubicada a tan sólo