La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) convocó a un paro nacional con movilización para el 27 de mayo próximo, en reclamo de incrementos salariales, en un marco de pérdida de poder adquisitivo debido a aumentos constantes de precios.
"Los trabajadores no vamos a pagar la crisis", es el lema bajo el cual el gremio reclama al Gobierno de Cristina Kirchner que atienda sus pedidos para "mejorar la calidad de vida de los trabajadores".
La convocatoria fue realizada durante una conferencia de prensa ofrecida en su sede, donde la CTA manifestó que el paro se realizará "ante la falta de respuesta a los reclamos por parte de los gobiernos nacional y provincial".
La central sindical viene reclamando un aumento salarial para los trabajadores activos y pasivos, al tiempo que pide la suspensión por 180 días de los despidos de trabajadores y la implementación de una asignación universal por hijo.
Según informaron voceros de la Central de Trabajadores, varios gremios docentes, los estatales de ATE, trabajadores aeronáuticos, judiciales, metalúrgicos y empleados del sindicato del neumático se sumarán al paro.
Además, al ser consultados por Noticias Argentinas no descartaron que más sindicatos que agrupan a empleados del sector privado adhieran a las medidas de fuerza.
Desde el gremio sostienen que "se trata de reclamos conjuntos y justos", y si bien reconocen que el país se encuentra en un contexto de crisis, aseguran que no fue "tan golpeado" como otras naciones de la Región.
Los reclamos salariales comenzaron a incrementarse en marzo, a partir de cuando no se concretaron las negociaciones paritarias para el aumentos salarias de los trabajadores en varios sectores de la economía.
Los empleados en relación de dependencia con el Estado nucleados en la CTA sostienen que el gasto público "debe ser incrementado" para que los trabajadores "no paguen las consecuencias de la crisis".
El contexto de crisis internacional y las finanzas resentidas tanto del Estado, por la caída de la recaudación, como de las empresas, por el desplome del comercio, llevaron a los empleadores a resistirse a acordar aumentos.
El Estado y los empresarios sostienen que no pueden prometer subas salariales que en el futuro no puedan cumplir y fundamentan su postura en que la crisis externa genera incertidumbre en la economía y en las finanzas.
Pero, los gremios y sindicatos recrudecen sus reclamos y solicitan una y otra vez que las patronales se sienten a negociar las mejoras salariales.
Empleados nucleados en ATE demostraron a principio de mes en la puerta de la Casa Rosada su malestar por no recibir aumentos a donde llegaron para pedir a Cristina Kirchner que otorgue un aumento salarial "de emergencia" de 700 pesos.
Además, tanto ATE como CTA y otros gremios que nuclean estatales piden terminar con "la precarización laboral" del personal permanente y contratado de los organismos estatales.
Desde el Gobierno, por contrapartida, aseguran que los convenios colectivos están concretándose en la medida de las posibilidades de cada uno de los sectores.
Si bien dijeron que el Ministerio de Trabajo es el escenario donde se llevan adelante las negociaciones, no anticiparon si las autoridades recibirán a la CTA antes del 27 para evitar el paro.
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