LONDRES. El metro de Londres estaba perturbado este miércoles por una nueva huelga de 24 horas de sus empleados para protestar por recortes de plantilla, lo que afectó a los cientos de miles de personas que utilizan a diario este medio de transporte.
Todas las líneas de metro de la capital estaban afectadas en mayor o menor medida por el paro, en la que según los sindicatos convocantes, participan unos 11.000 trabajadores desde el martes a las 19H00 (locales y GMT) para protestar por la supresión de por lo menos 800 empleos en las estaciones.
Esta es la tercera huelga de 24 horas de los trabajadores del metro desde septiembre y todavía está prevista al menos una más para finales de noviembre.
TfL, que registra un promedio de 3,5 millones de trayectos diarios en la red de metro de la capital, estimó este miércoles por la mañana que "más de un 40%" de los trenes circula y que un "70%" de las estaciones permanece abierto.
Pero los sindicatos, que argumentan que la huelga es para defender "la seguridad en el metro y niveles de personal seguros", señalaron que el servicio estaba más perturbado que durante los dos paros anteriores y que la empresa estaba haciendo circular "trenes fantasma" por estaciones cerradas.
Como en las ocasiones anteriores, las autoridades municipales aumentaron el número de autobuses y la capacidad de los barcos que aseguran el transporte fluvial por el río Támesis, entre otras medidas para limitar los embotellamientos y el colapso de los demás medios de transporte. "Estamos determinados a que la capital continúe moviéndose proporcionando numerosas alternativas para que la gente pueda trasladarse", declaró el alcalde de Londres, Boris Johnson, quien calificó los paros de "sin sentido".
Pero para muchos londinenses, el trayecto matutino hasta su lugar de trabajo se convirtió en una pesadilla. "Fue horrible allá abajo. Lo peor son las colas para llegar al tren. Muchas de las líneas están paralizadas", dijo Roger Mascall, de 45 años, al salir de la céntrica estación de Victoria.
Al Halil, de 27 años, se quejó por su parte de lo "tarde" que llegaba al trabajo. "Traté de que alguien me llevara, pero nos quedamos clavados en el tráfico durante media hora y me bajé. Tuve que tomar tres autobuses, cuando normalmente puedo llegar con un solo", agregó.
A pesar de la huelga, las dos partes deben reanudar el jueves sus conversaciones, con la mediación del servicio de conciliación Acas, para tratar de resolver su disputa.