BRUSELAS. "Europa corre el riesgo de perder competitividad frente a las economías emergentes", fundamentalmente en Asia y América Latina, regiones que están adquiriendo rápidamente capacidades lingüísticas junto con otras competencias necesarias para ser competitivos en un mundo globalizado, refleja un informe del Foro Empresarial de Multilingüismo, presentado hoy por el comisario de Multilingüismo, Leonard Orban, y el presidente del Foro y Ministro de Estado belga, Etienne Davignon.
Por ello, el informe subraya la necesidad de que se promueva "activamente" el aprendizaje de idiomas en el conjunto de Estados miembros en el sector empresarial que, cada vez más, "requiere de una fuerza laboral diversificada" para no perder contratos en un mundo globalizado. También recomienda, entre otros, la creación de una plataforma europea para intercambiar información de buenas prácticas entre los Veintisiete de cómo impulsar el multilingüismo en un entorno empresarial.
El propio Orban admitió en rueda de prensa que el conocimiento de idiomas constituye "una ventaja competitiva" que facilita el negocio empresarial y, por ende, debe potenciarse en el conjunto de la Unión Europea. "Estoy convencido de que los idiomas pueden y deben utilizarse como una ventaja competitiva" por considerar el conocimiento de idiomas "una plusvalía" en el mundo empresarial, recalcó.
Por ello, su departamento tendrá en cuenta las recomendaciones del informe a la hora de presentar el próximo septiembre su nueva estrategia para reforzar el multilingüismo en la Unión Europea. El Ejecutivo comunitario, dijo Orban, analizará los resultados de este informe con vistas a determinar el "impacto en el crecimiento y en el desarrollo de la Unión Europea" del conocimiento de lenguas distintas en la UE.
Etienne Davignon, Presidente del Foro Empresarial de Multilingüismo –creado por la Comisión en 2007 para analizar el impacto de los idiomas en el volumen comercial– aseguró por su parte que "las lenguas son un factor importante para el éxito de los negocios" porque en el actual mundo globalizado requiere "tratar con clientes que no siempre hablan el mismo idioma" que el propio, además de constituir "un factor de integración" dentro de las propias empresas, sobre todo, de las personas que vienen de fuera, además de un "factor de organización" empresarial que potencia "la movilidad" laboral.
Por ello, el informe compila toda una serie de recomendaciones para que las empresas "identifiquen sus capacidades lingüísticas dentro de la empresa y las contrasten con sus necesidades", para que los gobiernos alienten "programas para aprender el idioma nacional, el inglés y uno más" y para que la Unión Europea gestione mejor los programas destinados a mejorar la capacidad lingüística en el seno de las empresas, explicó el también ministro de Estado belga.
A pesar de reconocer Davignon la necesidad de contar con el inglés en el mundo empresarial actual, subrayó la "paradoja" que resulta para las empresas británicas la pérdida de cuota de mercado y contratos "por la falta de idiomas" a la hora de negociar con otras empresas. "Si la persona entiende inglés, pero prefiere que le hablen en su lengua nativa, ahí es donde está la ventaja competitiva" a la hora de hacer negocios y cerrar contratos, explicó.
Asimismo, subrayó la importancia de promover los idiomas desde los ámbitos de administración regional y local, además de nacional y europea. En este sentido, el informe anima a las autoridades regionales y locales de los Estados miembros a aumentar la percepción de las oportunidades para las pequeñas y medianas empresas (pymes) de mejorar sus capacidades lingüísticas y fomentar el intercambio de buenas prácticas en este ámbito.
También defiende impulsar asociaciones público-privadas, en conjunción con las universidades y centros de formación, para implicar a los negocios locales en el aprendizaje de lenguas.