Las empresas estadounidenses recortaron en diciembre más puestos de trabajo de lo esperado, un total de 85.000, una cifra que echar por tierra las esperanzas de una rápida recuperación en el mercado laboral.
La mayor parte de los analistas anticipaba que se destruirían tan sólo 8.000 puestos de trabajo, aunque las proyecciones de los expertos fluctuaron mucho el mes pasado, al adelantar desde pérdidas de 50.000 empleos hasta la creación de 40.000.
Por lo demás, y pese al negativo dato de diciembre, la tasa de desempleo permaneció sin cambios, en el 10 por ciento, prácticamente en línea con lo adelantado por el consenso de expertos, que esperaban que el indicador se situara en el 10,1 por ciento.
El hecho de que la tasa permaneciera estable pese a la pérdida de puestos de trabajo obedece a una reducción de la fuerza laboral, que se contrajo en 661.000 personas, lo que implica que más gente ha tirado la toalla y ha dejado de buscar trabajo, con lo que el Gobierno no los cuenta ya entre el regimiento de desempleados.
La bolsa neoyorquina inauguró hoy la sesión a la baja y el dólar perdió terreno frente al euro durante los primeros compases de la sesión en una muestra del desánimo que las nuevas estadísticas laborales han generado en los mercados.
El sector más afectado en diciembre por la debilidad laboral fue el de producción de bienes, donde se perdieron 81.000 puestos, incluidos 27.000 en el área manufacturera y 53.000 en la de construcción.
En el extremo opuesto de la balanza se encuentra sectores como el de salud, que desafió los malos tiempos con 35.000 contrataciones.
Las contrataciones temporales, que subieron en 46.000, se mantuvieron también en niveles elevados, en línea con lo observado en los últimos meses, lo que sugiere que los empresarios no están convencidos todavía de que la economía pise terreno firme.
El mercado laboral se ha convertido en uno de los principales desafíos para la presidencia de Barack Obama y en el talón de Aquiles de la recuperación económica en EE.UU., que reanudó la senda del crecimiento en el tercer trimestre de 2009 tras la peor recesión de los últimos 70 años.
El Departamento de Trabajo publicó también hoy los datos revisados de octubre y noviembre.
Las cifras muestran que se crearon 4.000 puestos de trabajo en noviembre, el primer incremento en dos años, y que se perdieron 16.000 en octubre, más de lo que se había adelantado en un principio.
En total se perdieron 1.000 empleos más de lo previsto durante los dos citados meses.
En la actualidad, más de 15 millones de estadounidenses carecen de trabajo, una cifra que sube a más de 17 millones si se cuenta a los que sólo tienen trabajo a tiempo parcial.
Cuando se incluye a las personas que han dejado de buscar empleo y a los que sólo tienen trabajo a media jornada, la tasa de desempleo alcanza el 17,3 por ciento, tan sólo una décima por debajo del nivel más alto en los últimos 16 años.
Las estadísticas muestran un panorama desalentador para los trabajadores estadounidenses.
En total, las empresas recortaron 4,2 millones de trabajos en el 2009, un año en el que la media de desempleo alcanzó el 9,3 por ciento, frente al 5,8 por ciento de 2008 y el 4,6 por ciento del año 2007.
La economía ha perdido más de ocho millones de puestos de trabajo desde que comenzó la recesión en diciembre de 2007.
La Reserva Federal estadounidense, que mantiene los tipos de interés de referencia próximos a cero, ha vaticinado que el mercado laboral seguirá débil durante algún tiempo, lo que debería de ayudar a contener las presiones inflacionistas y mantener la política monetaria sin cambios.