La autoridad reguladora bursátil estadounidense (SEC) presentó ayer una propuesta para adaptar la actual normativa sobre la publicación de las retribuciones de los ejecutivos. La SEC busca que la información que desde las compañías se facilita a los inversores sea más detallada, clara y transparente, para que puedan conocer hasta el último céntimo que entra en los bolsillos de los gestores. Esto incluye los pagos en especie por encima de 10.000 dólares anuales.
Estados Unidos llevaba sin modificar esta normativa desde 1992. Han sido 14 años durante los que los abusos, excesos y casos de fraude se han apoderado de Wall Street, con episodios tan rimbombantes como el de Tyco, que minaron la confianza del inversor.
La SEC no quiere más sorpresas y propone corregir los errores del pasado con una nueva iniciativa para que se hagan públicas todas las retribuciones que reciben los directivos de empresas cotizadas, incluidos los pagos en especie.
La información debe englobar, además de los sueldos, la retribución social por jubilación, la indemnización por despido, los pagos atrasados y los premios que reciben los directivos mejor pagados y consejeros bajo la forma de acciones de la empresa (como las stock options).
Pagos en especie
Hasta ahora, se obligaba a informar de los pagos en especie a partir de 50.000 dólares al año o si éstos suponían más del 10% de los ingresos. A partir de que se apruebe la nueva norma, el límite se rebaja a los 10.000 dólares.
Se trata, como indica la SEC, de dar una imagen completa de la compensación que reciben los ejecutivos. Pero no bastará con poner sobre papel una retahíla de números y referencias. La SEC deja claro que la publicación de esos datos debe ser comprensible "en el lenguaje y la organización" para cualquier inversor. Para ello se deberá realizar un análisis detallado sobre cómo se determina el pago.
La iniciativa de la SEC se somete ahora a consulta y está previsto que entre en vigor en 2007. El nuevo presidente de la SEC, Christopher Cox, advierte de que los inversores se muestran cada vez más críticos con el oscurantismo que rodea a los paquetes con los que se compensa a los ejecutivos por su trabajo.
El objetivo de la SEC es adaptarse así la legislación a las ingeniosas fórmulas que utilizan las corporaciones para determinar los sueldos de sus más altos ejecutivos, escapando de las reglas de transparencia.
En el mundo financiero se acoge la reforma con optimismo. Pero los abogados y consultores insisten que la clave para evitar abusos y acabar con las compensaciones "secretas" dependerá de la agresividad con la que actúe la SEC a partir de ahora para obligar a las empresas a que sean más transparentes ante sus accionistas.