LA HABANA. Más de 81.000 cubanos solicitaron licencias para abrir pequeños negocios o alquilar sus viviendas y unos 30.000 los recibieron desde que el Gobierno decidió, en octubre, ampliar esas actividades, como parte de un plan de eliminar 500.000 empleos estatales, informó este sábado la prensa local.
"A 81.498 ascendían" los cubanos que solicitaron permisos para ejercer el llamado trabajo "por cuenta propia" (privado) hasta "el pasado 19 noviembre, a menos de un mes de publicarse las disposiciones legales para la ampliación y flexibilización" de esa actividad, señaló el diario oficial Granma, al destacar que ya se entregaron "29.038" permisos.
El órgano oficial del Partido Comunista (PCC, único), que citó datos del Ministerio del Trabajo, precisó que del total de licencias pedidas, 73.808 corresponden a permisos para ejercer alguno de los 178 oficios autorizados, como el de transportista privado (6.146), y "1.544 al arrendamiento de viviendas".
El gobierno de Raúl Castro autorizó en octubre la apertura de pequeños negocios en 178 actividades y alquilar viviendas, para que ayuden a absorber a medio millón de personas -el 10% de la fuerza laboral- que perderán sus trabajos en un proceso -hasta marzo- de recorte de "plantillas infladas" en el Estado.
También permitió, por primera vez en 50 años de revolución, la contratación de fuerza laboral en el minúsculo sector privado de Cuba, con una economía controlada en un 95% por el Estado.
Granma destacó que "más de 45.000" cubanos con licencias o "en espera de su otorgamiento, algo más de la mitad (el 56%)" son personas que no trabajan y que el 20% de los aceptados como "cuentapropistas" se dedicará a elaborar o vender alimentos, una actividad con amplia demanda en la isla.
Asimismo, subrayó que "el 43% de las licencias concedidas corresponde a personas jubiladas o que reciben alguna pensión, y el 12% son trabajadores contratados por empleadores privados".
Cuba, con 11,2 millones de habitantes, cuenta con una fuerza laboral de 5 millones, de los cuales 4,2 millones son empleados estatales. El resto se ubica en el sector no estatal, formado por cooperativas agrícolas, campesinos privados y trabajadores por cuenta propia.