NUEVA YORK. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha pedido que se mejore el acceso a la educación ya que es la respuesta correcta para dirigir "la necesidad apremiante" en la que se encuentran al menos 165 millones de niños con edades comprendidas entre los cinco y los 14 años obligados a trabajar en todo el mundo.
"A pesar de los progresos en muchas áreas, es inaceptable que un gran número de niños deba todavía trabajar por su supervivencia y la de otros familiares", señaló el director general de la OIT, Juan Somavia, con ocasión del Día Mundial contra el Trabajo Infantil
El Programa Internacional de la OIT para la Eliminación del Trabajo Infantil dice que hay al menos 218 millones de niños que trabajan en todo el mundo, a millones se les niegan las oportunidades educacionales que les darían un futuro mejor o deben compatibilizar trabajo con educación.
"Para demasiados niños, especialmente los niños de familias pobres en todo el mundo, el derecho a la educación es un concepto abstracto, muy lejos de la realidad de la vida diaria", afirmó Somavia, que añadió que más de 70 millones de niños con edad de estar en la escuela primaria no están matriculados en ningún colegio.
Muchos de estos niños comienzan a trabajar a una edad muy temprana, a menudo muy por debajo de la edad mínima permitida para trabajar, y cuando una familia ha hecho una elección de enviar a la escuela a los hijos o a las hijas, son las chicas las que salen peor favorecidas.
"Nuestro desafío es ofrecer esperanza a los niños que trabajan en todo el mundo de hacer sus derechos una realidad, asegurando que tengan una educación igualitaria y la educación que puede conducirlos a un futuro con un trabajo decente", añadió Somavia. "Es esencial romper el ciclo del trabajo infantil y la pobreza. Es una sólida inversión para las personas y para la sociedad", aseguró.
Para afrontar el trabajo infantil, la OIT está apremiando a los Gobiernos para que proporcionen educación a todos los niños al menos hasta la edad mínima en la que puedan comenzar a trabajar, así como políticas de educación que alcancen a todos los grupos excluidos.
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