BERLIN. Los trabajadores del sector metalúrgico alemán iniciaron hoy su cuarto día de huelgas de advertencia con paros intermitentes y selectivos, a los que ya a primeras horas de la mañana se habían sumado varios miles de personas.
El presidente del sindicato IG-Metall, Berthold Huber, advirtió hoy de que si hasta el martes próximo no se llega a un acuerdo, se declarará la huelga indefinida.
Los paros previstos para hoy serán más puntuales que los celebrados el martes, cuando más de 162.000 trabajadores se sumaron a las huelgas de advertencia.
Uno de los puntos centrales de las acciones de protesta de esta jornada será, según anunció el sindicato, la sede del fabricante de automóviles Opel en Rüsselhseim, pero también otras plantas de esta compañía.
Huber subrayó que su objetivo no es buscar la huelga, "sino un resultado justo para los trabajadores y las empresas", algo de lo que la oferta actual de la patronal "está muy lejos".
El sindicato reclama una subida salarial de hasta el 8 por ciento para los 3,6 millones de trabajadores del sector, mientras la patronal ha ofrecido un incremento del 2,1 por ciento para los sueldos y una paga extra suplementaria del 0,8 por ciento del salario anual para los meses de noviembre y diciembre.
El último conflicto del sector del metal en Alemania tuvo lugar en 2002 y se desarrolló en los estados de Baden-Württemberg y Brandeburgo y en la ciudad-estado de Berlín.