Mientras los trabajadores decretaron un paro, el ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria y ordenó que se reincorporen a los 160 despedidos. Los gremialistas denuncian que “el período de paz social se rompe por responsabilidad de la autoridad laboral y las empresas”.
La relación entre el sindicato petrolero y las operadoras de la cuenca neuquina volvió a tensarse este fin de semana luego que se conoció el despido de 160 trabajadores.
Dentro del contexto de la crisis internacional, los trabajadores decidieron un paro, pero el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria por 5 días, por lo que las compañías deberían dar marcha atrás con las cesantías.
Dentro de este marco, se reunirán las provincias de la cuenca neuquina –Rió Negro, La Pampa, Neuquen y Mendoza- que componen la Organización Federal de los Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI).
Por su parte, desde la Federación Argentina Sindical del Petróleo y Gas Privados (FASPyGP) expresaron que “el período de paz social se rompe por responsabilidad de la autoridad laboral y las empresas”.
Los gremialistas acusan al Ministerio de Trabajo que no se ocuparon de los trabajadores que recibieron cartas documentos que revelaban el corte de la relación laboral ni frenar “los despidos y las suspensiones” que continuaron.
Las empresas de servicios despidieron en los últimos días a más de 400 trabajadores del sector.
La delegada en Neuquén del Ministerio de Trabajo de la Nación, María Maldonado se vio obligada a sentar a los representantes de los sindicatos de Petroleros Privados de Neuquén y Río Negro y del Personal Jerárquico junto a los de las empresas de servicios petroleros en una misma mesa de negociación para que bajo el paraguas protector de la conciliación obligatoria se llegue a un acuerdo que permita revertir los más de 400 telegramas de despidos que fueron emitidos por las empresas en las últimas horas.
La medida, dispuesta por Maldonado el lunes por la tarde, y que rige por 10 días hábiles, deja sin efecto el paro por tiempo indeterminado que habían anunciado los gremios petroleros en respuesta a los más de 400 despidos que se dispusieron a partir del viernes pasado por parte de las empresas de servicios petroleros como así también los telegramas que daban por concluido los contratos laborales.
Las convocadas a dialogar son Key Energy Service, (con unos 135 empleados despedidos entre personal afiliado a petroleros y personal jerárquico) Schlumberger, Swaco de Argentina, Hanover SA y Halliburton Argentina S.A.
Desde la delegación de Trabajo dejaron en claro que existe la posibilidad de que se convoque también a la mesa de negociación a funcionarios provinciales, teniendo en cuenta que el problema es de suma complejidad, donde pesan además decisiones políticas que van más allá de una relación laboral.
Para llevar un poco de presión a la mesa de negociación, el titular del sindicato de Petroleros Privados, Guillermo Pereyra ya anunció que habrá un paro total de actividades por parte de su tropa en caso de que no se llegue a un acuerdo.
Las empresas, saben además que podrán extender las negociaciones al menos 10 días hábiles y que no de llegarse a un acuerdo se podrá pedir una prórroga por otros cinco días hábiles. Esto es llegar casi a la fecha de las elecciones legislativas sin nada resuelto. Y esta es una de las cartas que como suerte de “comodín” ambas partes están dispuestas a utilizar. Lo que el gobierno nacional menos quiere es un conflicto laboral que le represente a horas de los comicios problemas de abastecimiento de gas y electricidad en el electorado, principalmente del conurbano. Y como el gobierno nacional no quiere conflictos es que puedan surgir algunos acuerdos que cambien las condiciones contractuales de las empresas con las principales operadoras de los yacimientos.
En caso de encontrarse un nuevo acuerdo, se estará otra vez ante parches coyunturales pero que no resuelven el problema de fondo que es la ausencia de una política energética nacional que no contemple la voracidad fiscal del Estado Nacional.