WASHINGTON. El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó hoy que los trabajadores y los empresarios esperan acciones "osadas y rápidas" de Washington para dar un nuevo impulso a la economía.
En declaraciones en el Salón Este de la Casa Blanca tras reunirse con un grupo de empresarios, Obama afirmó: "no tenemos un momento que perder".
Las empresas que eliminan puestos de trabajo para sobrevivir y los trabajadores que pierden sus empleos "tienen los ojos puestos en Washington para que tome medidas, osadas y rápidas", agregó.
El mandatario habló antes de que la Cámara de Representantes vote hoy sobre el plan de estímulo económico que defiende la Casa Blanca para hacer frente a la crisis, y que en principio estará dotado con unos 825.000 millones de dólares.
Cerca de 275.000 millones de dólares se destinarán a recortes de impuestos para las familias y las pequeñas empresas y en torno a medio billón se invertirá en infraestructuras, energía, educación y nuevas tecnologías.
El plan cuenta con el respaldo demócrata, pero los republicanos se han mostrado muy críticos, al reclamar mayores recortes de impuestos y expresar sus dudas acerca de que las inversiones vayan a surtir efecto en la economía.
Obama, que el martes se reunió con los legisladores republicanos en el Capitolio para tratar de recabar su apoyo, aseguró que entiende el "escepticismo" de algunos y prometió que el plan tendrá una transparencia "sin precedentes".
Además, aseguró que invertirán "en lo que funciona" y la mayor parte del dinero irá "directamente a la creación de empleo".
"Al final, la respuesta a nuestros problemas económicos yace menos en mis manos, o en las de nuestros legisladores, que en las de los trabajadores de EE.UU. o las empresas que los emplean", indicó Obama, quien señaló: "Cada uno de nosotros debe cumplir su parte" y hacer frente a sus responsabilidades.
"Todo lo que nosotros podemos hacer, los que estamos en Washington, es ayudar a crear un clima favorable en el que los trabajadores puedan prosperar, las empresas puedan florecer y nuestra economía pueda crecer", declaró.
En una intervención previa, Obama expresó hoy su confianza en que el plan de estímulo económico que defiende, y que los republicanos critican, acabará por ser aprobado en el Congreso.
Dada la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, el proyecto de ley tiene prácticamente asegurada su aprobación, pero la incógnita es si recibirá el apoyo de la oposición republicana.
Los demócratas cuentan con 255 de los 435 escaños en la Cámara y son necesarios 218 para aprobar el proyecto de ley.
Si una parte significativa de la bancada republicana no respalda el proyecto, representará un duro golpe para el presidente, que ha prometido que gobernará dejando atrás las divisiones partidistas que caracterizaron administraciones anteriores.
Su prestigio también podría sufrir un revés, dado que se trata de la primera iniciativa que plantea ante el Congreso y la más importante del comienzo de su mandato.