RUESSELSHEIM (Alemania) – Miles de trabajadores de la automotriz Opel protestaron el jueves frente al edificio de la empresa en Alemania, tras conocer que la matriz General Motors podría cerrar plantas en Europa.
Los trabajadores llegaron a la sede de Opel en Francfort desde otras plantas, en Eisenach, Bochum y Kaiserslautern.
El vicecanciller alemán, Frank-Walter Steinmeier, habló en la manifestación y prometió su apoyo para mantener a Opel en operaciones.
Su fuerza política, el Partido Socialdemócrata, competirá contra la canciller, Angela Merkel, en las elecciones federales de septiembre.
"Esta es una lucha por trabajos, y lucho sin reservas por ustedes", dijo Steinmeier.
Las marcas europeas de General Motors están cerca de la bancarrota ante la caída global de ventas.
Opel, alguna vez el mayor fabricante alemán de coches, ha sido golpeado por la bajada de la demanda y sus preocupaciones se han visto agravadas por los problemas de su matriz estadounidense.
Una fuente de Opel dijo a Reuters que el grupo necesita 3.300 millones de euros para mantenerse a flote hasta finales de 2011.
Los líderes alemanes no se ponen de acuerdo acerca de la intervención del Gobierno para rescatar la empresa.
Merkel dijo en rueda de prensa que no había visto aún el plan de reestructuración requerido para decidir si daban ayuda a Opel, pero que si las necesitaba, la prioridad serían antes las garantías financieras que una ayuda estatal más directa.