ROMA. El personal a cargo del equipaje y del mantenimiento de los aviones de la aerolínea de bandera italiana Alitalia protagonizó ayer una protesta ante el temor a perder su empleo por las reformas de la entidad.
La próxima semana será relanzada oficialmente la nueva Compañía, ahora privatizada y bajo el control de un grupo de empresarios nacionales reunidos en la Compañía Aérea Italiana (CAI).
Los compradores de la parte rentable de Alitalia se unieron a Air One, segunda empresa aérea del país, y como parte del nuevo plan industrial anunciaron el despido de tres mil 250 puestos de trabajo.
Antes de esa reforma, la firma italiana empleaba 20 mil trabajadores y ahora sólo utilizará 12 mil 500.
El gobierno aseguró empleos y garantías de salarios a una parte de ellos, otros continúan si recibir renovación de su contrato.
La empresa, cuyo 49 por ciento controlaba el estado, registró pérdidas en los últimos años por más de dos mil 500 millones de euros, y casi estuvo al borde de la quiebra, razón por la cual también puso en venta una parte de sus acciones a un socio extranjero.
Según la prensa local, se espera que el consorcio aeronáutico Air France-KLM forme parte de los planes financieros de Alitalia.
El poderoso grupo franco-holandés firmará antes del próximo martes la compra del 25 por ciento de la entidad italiana, por un valor ascendente a 300 millones de euros, principalmente, por concepto de acciones y recompensas.