TOKIO. El fabricante japonés de equipos electrónicos Pioneer eliminará 10.000 puestos de trabajo en todo el mundo, de los que 6.000 serán empleados fijos y 4.000 temporales, tras sufrir pérdidas de 79.125 millones de yenes (685 millones de euros) en los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal, frente al beneficio neto de 11.624 millones de yenes (101 millones de euros) del mismo periodo del año anterior, informó la empresa.
Los recortes de plantilla se enmarcan en la profunda reestructuración que llevará a cabo la compañía nipona, por la que planea abandonar la fabricación de pantallas de televisión y centrarse en el negocio de productos electrónicos para el automóvil.
"Pioneer se retirará del negocio de pantallas en marzo de 2010. Las recientes condiciones en los mercados han cambiado más de lo previsto y Pioneer decide abandonar este segmento tras concluir que no existen perspectivas de rentabilidad bajo las condiciones actuales. No obstante, la empresa continuará ofreciendo servicios de postventa incluso después de su retirada", indicó la multinacional.
Pioneer ya había suprimido en 2008 alrededor de 9.900 puestos de trabajo, tras despedir a 5.900 trabajores fijos y 4.000 empleados temporales ante la incertidumbre económica y la caída de la demanda.
PIERDE 685 MILLONES EN LOS NUEVE PRIMEROS MESES DE SU EJERCICIO.
De este modo, la caída del consumo y la crisis económica provocaron que la compañía registrara en los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal, que concluirá el próximo 31 de marzo, pérdidas de 79.125 millones de yenes (685 millones de euros), frente al beneficio neto de 11.624 millones de yenes (101 millones de euros) del mismo periodo del año anterior.
Asimismo, los ingresos operativos del grupo alcanzaron los 458.273 millones de yenes (3.968 millones de euros), un 22,8% menos. La división de electrónica para el automóvil facturó un 28,4% menos, mientras que la de electrónica para el hogar bajó un 48,8%.
En el tercer trimestre del año, Pioneer registró ‘números rojos’ de 26.147 millones de yenes (226 millones de euros), frente al beneficio neto de 1.688 millones de yenes (15 millones de euros) del mismo periodo del ejercicio precedente. Por su parte, los ingresos operativos del grupo disminuyeron un 37,8%, hasta 131.231 millones de yenes (1.136 millones de euros).
De cara al conjunto del ejercicio, la multinacional nipona revisó a la baja sus perspectivas de resultados y ahora prevé sufrir pérdidas de 130.000 millones de yenes (1.126 millones de euros) un 66,6% por debajo de su anterior estimación y siete veces peor que sus resultados del año anterior.