ROMA.- El jueves es la fecha límite que tienen los sindicatos italianos para aceptar o rechazar un plan de rescate de Alitalia, después de que las protestas de los trabajadores de la quebrada aerolínea hayan forzado la cancelación de unos 50 vuelos.
Los gremios han rechazado de momento los términos del rescate propuesto por un grupo de potenciales inversionistas. Los puntos de discordia son la extensión de la jornada laboral, despidos y reducción de las rutas improductivas así como el achique de su flota de aviones.
Está previsto que el grupo de inversionistas se reúna el jueves para decidir si sigue adelante con el plan.
Roberto Colaninno, el Presidente de Piaggio que lidera el grupo, dijo que rechazaría la oferta de rescate a menos que los sindicatos la acepten el jueves, reportaron las agencias noticiosas locales. Colaninno realizó el comentario durante una reunión el miércoles con líderes sindicalistas y funcionarios en las oficinas del primer ministro italiano Silvio Berlusconi.
Ya han pasado varias fechas límite desde que la aerolínea italiana lucha desesperadamente por la sobrevivencia después de declararse en bancarrota el mes pasado. El gobierno y los inversionistas italianos están dispuestos a aportar 1.000 millones de euros (1.400 millones de dólares) en Alitalia siempre y cuando los gremios acepten el plan de reorganización.
El nuevo administrador de Alitalia, Augusto Fantozzi, avisó recientemente que los vuelos podrían estar en peligro debido a la falta de combustible. También dijo el martes por la noche que la oferta de los inversionistas es la única solución.
"Si no se firma el acuerdo el jueves, Alitalia fracasará", señaló, añadiendo que la compañía continuaría operando hasta cuando "ya no haya más dinero" y "tengamos que llevar los libros de contabilidad al tribunal" de bancarrotas.
Una huelga de cuatro horas organizada el miércoles por un sindicato pequeño forzó la cancelación de unos 50 vuelos domésticos e internacionales. En el aeropuerto Leonardo da Vinci de Roma, empleados de Alitalia marcharon con carteles en contra del plan, que está respaldado por el gobierno.
Los nueve sindicatos de la aerolínea se mantienen divididos sobre el acuerdo, con los pilotos y asistentes de vuelo entre los que más se oponen al plan. La propuesta incluye 3.250 despidos.
El primer ministro italiano Silvio Berlusconi dijo el París a los periodistas, tras entrevistarse con el presidente Nicolas Sarkozy, que la garantía del gobierno del 80% de la paga hasta por 3 años a los 3.250 trabajadores que serán cesados conforme al plan de reorganización no puede ser extendida a sus 20.000 empleados.
El plan contempla la compra de las ruta rentables por parte de los nuevos inversionistas y su fusión con la aerolínea competidora de bajo costo Air One. Además, los inversionistas desea una alianza con una o más aerolíneas extranjeras, que adquirirían una participación minoritaria en la nueva empresa.