Entre las modificaciones está el poder despedir sin causa a los trabajadores nuevos en un lapso de 90 días, habilitarían a los directivos a pedir certificados médicos ante cualquier dolencia del empleado, reducirían el tiempo de almuerzos.
Miles de trabajadores se manifestaron hoy en Nueva Zelanda contra los planes del gobierno de centro-derecha de modificar las leyes laborales.
Los cambios propuestos permitirían a los empleadores despedir sin causa a los trabajadores nuevos dentro de un lapso de 90 días, habilitarían a los directivos a pedir certificados médicos ante cualquier dolencia del empleado, reducirían las pausas para comida y restringirían el acceso de los sindicatos a los lugares de trabajo.
Helen Kelly, quien preside El Consejo de Sindicatos, remarcó que los trabajadores ya están soportando un nuevo incremento del 2,5 por ciento en los impuestos a bienes y servicios, que treparon al 15 por ciento, recibiendo a cambio sólo míseros recortes impositivos.
Según el Consejo, más de 15.000 trabajadores participaron en las protestas que se realizaron hoy en distintos puntos del país.