QUITO, Ecuador. El ministro de Exteriores, Comercio e Integración de Ecuador, Fander Falconí, mostró ayer su preocupación después de que las autoridades españolas hayan rechazado otorgar la nacionalidad a los hijos de los inmigrantes ecuatorianos apenas nacen, y así se lo expresó al embajador en España, Federico Torres.
La Dirección General de los Registros y del Notariado emitió el pasado diciembre una circular en la que recordó que estos neonatos ya disponen de la nacionalidad ecuatoriana en base a la Constitución del país iberoamericano y, por tanto, no se hace imprescindible otorgarles la española. En este sentido, la Constitución ecuatoriana establece que "son ecuatorianas y ecuatorianos por nacimiento las personas nacidas en el extranjero de madre o padre nacidos en el Ecuador, y sus descendientes hasta el tercer grado de consanguinidad".
Sin embargo, Falconí planteó a Torres la cuestión en una conversación mantenida ayer, según informaciones de ‘El Mercurio’. El embajador recordó que los hijos de padres ecuatorianos tienen iguales derechos y beneficios sociales que los niños españoles.
El jefe de la Diplomacia ecuatoriana subrayó que "los temas concernientes a la migración y a la situación de los ecuatorianos en el exterior son fundamentales para la Cancillería y el presidente Rafael Correa". Recordó que el Gobierno "ha desarrollado una institucionalidad para mejorar la atención de los y las compatriotas, cuya mayoría afronta grandes dificultades por las políticas restrictivas de sus lugares de destino, soportando situaciones de desintegración familiar, así como la grave crisis financiera internacional que afecta a las economías del planeta".
Falconí visitará España la próxima semana y se reunirá el jueves día 23 con su homólogo, Miguel Ángel Moratinos, a quien previsiblemente transmitirá las preocupaciones ya manifestadas.