TOKIO. El número de familias japonesas que reciben asistencia social llegó a un nivel récord en enero, en medio de una creciente ola de despidos y una recesión que no tiene visos de acabar, informó el domingo un diario de circulación nacional.
Casi 1,17 millones de familias recibieron ayuda económica del gobierno durante el mes, mientras las nuevas solicitudes de la asistencia que concede el gobierno aumentaron 30% desde diciembre, según cálculos del diario Asahi.
Asfixiado por el colapso de la demanda de exportaciones a nivel mundial, Japón ha caído en lo que sus gobernantes califican como su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial.
Su economía, considerada la segunda más grande del mundo, se redujo a un ritmo anual de 12,7% entre octubre y diciembre, más del triple del descenso en Estados Unidos durante el mismo período.
Las solicitudes para recibir asistencia pública subieron marcadamente en las regiones donde se concentran las fábricas de automóviles y productos electrodomésticos, agrega el informe del domingo.
En la prefectura Aichi del centro del Japón, donde está situada Toyota Motor Corp. y sus muchos proveedores, las solicitudes de prestaciones sociales subieron 72% en enero con respecto al mes previo, dijo Asahi.
La industria manufacturera japonesa se adaptó rápidamente al deterioro de las condiciones económicas, debido a que en años recientes las empresas contratan trabajadores temporales y cada vez menos empleados en planilla. Eso les permite reducir personal a su conveniencia.
Los principales exportadores, entre ellos Toyota y Sony Corp. _que han pronosticado pérdidas anuales_ han reducido sus turnos, suspendido la producción en sus plantas y anunciado miles de despidos en los últimos meses.
Un reciente informe del gobierno calcula que unos 158.000 empleados "no regulares" del sector manufacturero de Japón han perdido su empleo entre octubre y marzo.