La dirección de Renault, resentó ayer las bases de su postura de cara al nuevo convenio colectivo. El llamado «Pacto por el empleo y la competitividad de Renault España» tendrá una vigencia de cuatro años y permitiría la fabricación de varios productos nuevos: un motor de gasolina, un vehículo eléctrico y un vehículo convencional para la factoría de carrocería y montaje emplazada en Valladolid. Además, el convenio supondrá la continuidad del Renault Modus hasta la fase de industrialización de los nuevos modelos, según comenta hoy ABC.es
Las peticiones de la empresa se estructuran en cuatro capítulos: empleo, costes salariales, jornada de trabajo y flexibilidad. En cuanto a empleo, propone un modelo basado en la flexibilidad, que se traduce en la utilización de expedientes de regulación de empleo «cuando fuesen necesarios», un plan de relevo para el periodo 2010-2013 y la puesta en marcha de un plan de bajas, aunque no concretan a partir de que edad.
El paquete de medidas en torno a los costes salariales comprenden un «ajuste» de sueldos y la creación de dos nuevas categorías profesionales para los recién llegados a la empresa. Dentro de las peticiones de la empresa francesa se contempla también aumentar el número anual de horas de la jornada de trabajo.
Pero la base de las peticiones se centran en cuestiones de flexibilidad. Renault pide considerar las factorías de Valladolid y Palencia como un único centro en lo que respecta a movilidad.
La propuesta fue valoradas por los sindicatos. Desde UGT, Alejandro Durán, calificó estas peticiones de «toda una declaración de intenciones» y lamentó que la empresa esté «intentado conseguir en un convenio lo que no pudo conseguir la patronal negociando con el Gobierno». Aseguró que las peticiones de Renault «no nos asustan y criticó que «intente poner fecha de caducidad» a la negociación.