ALMERÍA. La empresa italiana Saipem, encargada de las obras para el tendido del tramo submarino del gasoducto entre Beni-Saf (Argelia) y Almería (España), informó hoy de la reanudación de los trabajos en la plataforma donde el pasado día 17 fallecían cuatro operarios de la compañía al desplomarse sobre ellos un tubo de 48 metros de longitud debido a un fallo mecánico en la grúa que lo sostenía.
La infraestructura, contratada por el consorcio Medgaz, ha sido reparada en la zona que se vio afectada por el siniestro, por lo que, según confirmó la multinacional, se garantiza ya que las condiciones de seguridad para continuar con el tendido de la red son las óptimas, a más de 60 millas náuticas del litoral español pero en aguas internacionales, próximas a la jurisdicción argelina.
La ‘Saipem 7000’ deberá completar 45 de los 120 kilómetros del gasoducto que se colocará a mayor profundidad. En concreto, trabaja a 2.160 metros bajo el nivel del mar para conectar los diferentes tramos de tubería, que cuenta con una longitud total de 210 kilómetros que ya se ha culminado en su fase menos honda por parte de la plataforma ‘Castoro Sei’.
El fallo mecánico en una grúa provocó la caída de un tubo de 48 metros sobre varios operarios de la compañía, de los que tres fallecieron en el acto mientras que un cuarto fue dado por desaparecido hasta que los trabajadores de la empresa, con medio aéreos propios, localizaban el cadáver días después.
Además de los muertos, un trabajador italiano de 39 años y dos operarios malasios de 29 y 43, tres varones de origen francés, británico y malasio, respectivamente, sufrieron traumatismos de diversa gravedad por el desplome de la tubería, aunque no se llegó a temer por la vida de ninguno de ellos.
El consorcio Medgaz inició en agosto el tendido del tramo submarino en aguas profundas, que comprende 120 de los 210 kilómetros que separan el punto de partida en Orán y el de llegada, en la playa de El Perdigal de Almería. La plataforma ‘Saipem 7000’, que mide 197,95 metros de eslora y tiene una altura de la cubierta principal de 43,5 metros, lleva a bordo a un total de 450 trabajadores que, según las previsiones de la empresa, instalan tres kilómetros de tuberías al día a más de 1250 metros de profundidad.
La primera parte del tendido dio comienzo a finales de junio mientras que otro buque, el Castoro Sei, instaló en aguas españolas el tramo correspondiente a la zona poco profunda, a alrededor de 550 metros de profundidad.
El gasoducto, que por primera vez unirá los yacimientos argelinos de gas natural con el mercado europeo, es también el primero que se construye en el Mediterráneo a más de 2.000 metros de profundidad. Una vez finalizado este tramo, se habrá completado el 80 por ciento del gasoducto Argelia-Europa, vía España cuya puesta en marcha está prevista para 2009.