llevó al Gobierno a plantear una reducción de gastos en personal.
La secretaria de prensa, Aaron McLear, afirmó que está previsto que el viernes se empiecen a enviar 20.000 cartas de despido sobre el cálculo de que únicamente 10.000 serán efectivas tras una negociación con los sindicatos que podría durar hasta finales de junio.
Este recorte de plantilla equivaldría a un ahorro de 150 millones de dólares anuales para las cuentas californianas, y supondría un alivio para el creciente déficit del estado, que asciende hasta casi 42.000 millones de dólares.
El plan de despidos se pondrá en marcha si los legisladores vuelven a rechazar en el congreso californiano las medidas propuestas para terminar con el problema financiero.
"No es una táctica (de negociación)", dijo McLear, "es simplemente una necesidad. El estado se está quedando sin dinero y el gobernador puede adoptar muy pocas medidas unilaterales para cortar el gasto".
Actualmente el Gobierno de la ex estrella de Hollywood obligó a la mayoría de los empleados públicos a tomarse dos viernes libres al mes sin derecho a paga, lo que significa una reducción del sueldo próximo a un 9 por ciento.
Los despidos se centrarían en los trabajadores con menos años en la función pública y en ofrecer jubilaciones anticipadas.