En un año de crisis en España, se ha frenado la llegada irregular de inmigrantes. Las cifras no oficiales dicen que cerca de 200.000 extranjeros han abandonado España y los técnicos aseguran que la cifra rondará los 6 millones de inmigrante en todo el territorio español.
Según los últimos estudios del padrón, durante 2008, el año en que estalló la crisis, la población imigrante creció un 6,3%, unos 330.000 residentes más hata llegar a los 5.6 millones. Muy lejos del récord de un año antes cuando la colonia aumentó en más de 700 mil personas, un incremento superior al 15% en sólo 12 meses.
El modelo productivo español que se basaba en la construcción y que ha caído en picada después del fin de la burbuja inmobiliaria, no necesitará mano de obra inmigrante por algunos años.
Según el Instrituto Nacional de Estadiostifca la colonia inmigrante se estabilizará entre el 2012 y el 2018 con un crecimiento cercano a las 350.000 personas por año, la mayoría por nacimientos y no por nuevas llegadas.
El fenómeno de la inmigración ha tocado techo, concuerdan todos los expertos. El número de foráneos se estabilizará en 6 millones en los próximos años, apenas 400.000 más que la colonia actual. Esa población supondrá el 12% del total de 46,6 millones de habitantes, un porcentaje que se sitúa en la media de países desarrollados y que el Gobierno y las organizaciones consideran perfectamente asumible áun en tiempos de crisis.
Entre Enero y Septiembre de 2009, la población foránea legal creció un 5,4%. Un porcentaje bajísimo en comparación con el 38% de 2005.