MADRID. CC.OO y UGT advirtieron hoy de que la reforma laboral planteada por el Gobierno no hará sino incrementar la conflictividad en el seno de las empresas y pidió a los grupos parlamentarios que, lejos de enmendarla, eviten su aprobación.
Así lo manifestaron el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, y la secretaria de Empleo y Migraciones de CC.OO, Paloma López, durante su intervención en una jornada sobre la reforma laboral organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y Adecco.
Según López, la reforma laboral actualmente planteada "implica una pérdida de eficacia de la negociación colectiva sectorial", puesto que flexibiliza los procesos de modificación de las condiciones laborales o salariales a nivel de empresa. En este sentido, aseguró que "la negociación colectiva también se retoca de forma alarmante y grave" en la reforma laboral, lo que "va a generar mayores fuentes de conflictividad".
Por su parte, Ferrer también lamentó que "los convenios superiores a la empresa ya no gobiernan ni las condiciones de trabajo ni las cláusulas de descuelgue", y advirtió de que "el tiempo va a dar la dimensión de los efectos" de este nuevo elemento.
Antes de cerrar este capítulo, Ferrer apuntó que los sindicatos están pendientes de abrir la negociación para la reforma de la negociación colectiva y recordó que ambas centrales ya han remitido a los empresarios un documento que no ha obtenido respuesta, mientras que el presidente del PP, Mariano Rajoy, ya ha introducido esta cuestión en su programa político.
ABARATAMIENTO DEL DESPIDO.
Además, los dos representantes sindicales coincidieron en asegurar que la reforma laboral supone, en palabras de Ferrer, facilitar y abaratar el despido "se pinte como se pinte". El secretario de Acción Sindical de UGT criticó que el Fogasa vaya a financiar los despidos, también el improcedente, hasta 2012 y, en este sentido, pronosticó que "no va a haber modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo sino rescisiones".
Sobre este punto, López añadió que la reforma facilita el despido "dotando de mayor indefinición las causas del despido por razones económicas" y anticipó que éste será uno de los elementos que mayores dificultades van a encontrar a la hora de interpretar la Ley.
A su juicio, la puesta en marcha de la reforma laboral "va a ser compleja", sino que "va a suponer una mayor fuente de conflictividad en el seno de las empresas", una visión que Ferrer apoyó señalando que la reforma laboral "va a envenenar las relaciones laborales".