ROMA. El Ministerio del Trabajo de Italia anunció el sábado que los sindicatos mayoritarios -Cgil, Cisl, Uil y Ugl- aprobaron un acuerdo marco sobre el plan industrial propuesto por los futuros compradores de la Compañía aérea Alitalia, lo que supone un paso adelante para la supervivencia de la aerolínea.
Este acuerdo marco tendrá que ser también aprobado por las otras cinco siglas sindicales que representan a los pilotos, asistentes de vuelo y personal de tierra.
Al acuerdo se llegó tras una larga reunión entre el Ejecutivo, la Compañía Aérea Italia, creada por el grupo de empresarios dispuestos a comprar la parte rentable de Alitalia, y los sindicatos mayoritarios.
"Ha sido un trabajo duro e intenso, que crea una sólida base para construir el futuro de la compañía", explicó tras la reunión el ministro de Trabajo, Maurizio Sacconi.
Según una nota del Ministerio de Trabajo, el acuerdo marco contempla, entre otros puntos, las líneas base del plan industrial, la estabilidad de los accionistas, los recortes de empleo, el compromiso para garantizar el sector cargo y el de mantenimiento, y las medidas de tutela de los trabajadores que perderán su empleo.
"La aprobación de un acuerdo marco es un primer paso muy importante para salvar Alitalia", aseguró, por su parte, el secretario general del sindicato CISL, Raffaele Bonanni,
Las negociaciones, añadió el titular de Trabajo, continuarán mañana para afrontar el delicado capítulo de los convenios colectivos previstos por la futura sociedad.
El recorte salarial -entre el 30% y el 40% menos que el actual sueldo- y la petición de un aumento de las horas de trabajo, especialmente para los pilotos, fue la principal causa que hizo interrumpir las negociaciones.
Por otra parte, Sacconi aunque reconoció que la autonomía económica de la Compañía es muy limitada, señaló que "esto no significa que tengan que ser anulados vuelos en los próximos días".
El comisario extraordinario de Alitalia, Augusto Fantozzi, ya había anunciado el pasado sábado que "existe el riesgo de que se tengan que anular vuelos debido a las dificultades de provisión de carburante".
Tras el anuncio del acuerdo, los sindicatos de los pilotos, asistentes de vuelo y personal de tierra -Anpac, Up, Anpav, Avia, y Sdl-, que habían esperado durante todo el día la convocatoria para participar en la reunión, mostraron su malestar ante la exclusión de las negociaciones por parte del Gobierno.
"Cualquier documento producido sin la directa participación de los sindicatos que representan las categorías profesionales lo consideramos inútil y provocador", se lee en una nota conjunta.
El Gobierno ha convocado para mañana a dichos sindicatos para discutir sobre los puntos del acuerdo marco.
Durante la larga espera, cerca de 300 trabajadores de la compañía aérea de bandera Alitalia se han concentrado en la calle Fornaro para expresar su protesta al grito de "mejor quebramos que caer en manos de bandidos".
En una nota en común, los representantes de los pilotos y asistentes de vuelo – Sdl, Anpac, Up, Anpav e Avia – tacharon de "irresponsable" la decisión del Gobierno de reunirse primero con los sindicatos mayoritarios.
"Si no se produce la inmediata convocatoria de una mesa de negociaciones unitaria, con la presencia de todos los sindicatos, la situación será irreversible", advierte la nota.
La respuesta que darán los sindicatos tras la esperada reunión unitaria será decisiva para el futuro de Alitalia, cuya situación se precipitó ayer cuando el comisario extraordinario de la aerolínea, Augusto Fantozzi, afirmó que "existe el riesgo de que se tengan que anular vuelos, debido a las dificultades de provisión de carburante".
El futuro de la endeudada Alitalia, participada al 49,9% por el Estado italiano, parecía resuelto cuando el Presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, impulsó la creación de un consorcio de empresarios nacionales dispuestos a comprar la parte rentable de la aerolínea.
Sin embargo, los sindicatos no han aceptado el plan de saneamiento previsto por los empresarios, sobre todo en lo relativo a la reducción salarial – entre un 30% y un 40% menos del sueldo actual – y ante el elevado número de recortes de personal, que sería de más de 5.000 personas, entre ellos 1.000 pilotos.