BUENOS AIRES. Trabajadores de la industria de la alimentación se concentraron ayer frente al Obelisco y marcharon después hacia la sede de la cámara que agrupa a las empresas del sector, en reclamo de un aumento salarial del 35 por ciento.
Los trabajadores, de las compañías Kraft Foods, Pepsico Snack y Stani Cadbury comenzaron a obstruir la circulación a las 7:50 en Corrientes y la avenida 9 de Julio y provocaron así un gran congestionamiento de tránsito.
Pocos minutos después comenzaron a movilizarse hacia la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), ubicada en Maipú al 1200.
A través de un comunicado, los trabajadores aclararon que la protesta tuvo como finalidad lograr un "aumento salarial de emergencia del 35 por ciento para todas las categorías" y la apertura de las paritarias.
Además, exigen a las direcciones de los Sindicatos de la Alimentación Delegados Paritarios elegidos en asamblea y que se "reincorporen todos los despedidos" de Kraft.
"Mientras la inflación carcome día a día nuestros salarios, los empresarios del gremio de la alimentación salen a decir que no van a dar más que un mísero 14 por ciento de aumento de salarios, cuando durante el 2009 y los que va de este año la rama alimenticia les ha generado ganancias millonarias", advirtieron.
El delegado de los trabajadores de Pepsico Snack, Leonardo Norniella, aseguró que "las empresas multinacionales" del sector "se benefician pagando sueldos bajísimos de 1.200 pesos".
Su colega de Kraft Foods, Javier Hermosilla, consideró que la empresa puede afrontar el pago del aumento con las "ganancias fabulosas" que obtuvo en los últimos meses.
El gremialista indicó también, en declaraciones periodísticas, que la bonanza económica de la empresa quedó confirmada con la reciente compra "a nivel internacional de Cadbury, gastando más de 19 mil millones de dólares, lo que equivale a 800 años de salarios de todos los trabajadores de (la ex) Terrabusi".
Por su parte, el director de Asuntos Corporativos de Kraft Foods, Pedro López Matheu, afirmó que la fábrica funcionó esta mañana "con total normalidad" y definió a la movilización como "una manifestación de algunos miembros de la comisión (gremial) interna" de la empresa.
En declaraciones a un canal de noticias, el ejecutivo aclaró que "todavía no se ha hablado de porcentajes (de aumentos salariales) y, claramente, un 35 por ciento es un incremento que la industria en su conjunto no está en condiciones de afrontar".