Los trabajadores de la minera peruana Buenaventura comenzaron este lunes una huelga nacional en demanda del pago de los salarios correspondientes a los últimos cuatro años que, según afirman, no guardan proporción con las ganancias obtenidas por la empresa en dichos ejercicios.
De este modo el resto de empleados de la mayor productora de metales preciosos del país se suman a sus compañeros de las minas de Uchucchacua, Orcopampa y Antapite que llevan en huelga desde el pasado sábado.
Los trabajadores exigen a la minera el pago de las utilidades de 2006, 2007 y 2008 en proporción a los beneficios obtenidos por la empresa durante estos periodos, así como una explicación detallada sobre el modo en que se va a llevar a cabo la distribución de las utilidades correspondientes a 2009 que aún no han cobrado.
Los representantes sindicales explicaron que el paro es la respuesta a dos días de intensas negociaciones en el Ministerio de Trabajo en los que no se ha alcanzado ningún acuerdo debido a diferencias en la forma de desarrollar las conversaciones.
"Los funcionarios de la empresa quieren negociar con cada sindicato de manera independiente, y nosotros consideramos que trabajamos para un solo patrón que es Alberto Benavides de la Quintana y tenemos los mismos problemas", dijo el secretario general del sindicato de la base de Uchucchacua en Lima, Segundino Romero.
Las direcciones regionales de Trabajo de estas localidades declararon improcedente el paro en la producción impuesto por los empleados de la minera. En la misma línea, el Ministerio amenazó con considerarlo ilegal por no ajustarse a los requisitos exigidos por la legislación vigente.
"La autoridad del trabajo ha declarado la improcedencia de la huelga, pero ellos (los sindicatos de las unidades de Buenaventura) han apelado la improcedencia", indicó la directora nacional de Relaciones de Trabajo del Ministerio, Milagros del Río.