FRÁNCFORT. Los trabajadores del Banco Central Europeo (BCE) han convocado a través del sindicato Ipso la primera huelga de su historia debido a los cambios previstos en el sistema de pensiones, según confirmaron hoy a Europa Press fuentes de la institución.
El paro, de 90 minutos, tendrá lugar el próximo 3 de junio en la antesala de la llegada de los 22 miembros del consejo de Gobierno a Fráncfort para celebrar la reunión mensual y tomar la decisión sobre tipos.
No obstante, un portavoz del banco aseguró a Europa Press que la entidad se asegurará de que las actividades principales del banco mantengan la normalidad durante el paro y explicó que la operatividad "está garantizada".
Las mismas fuentes explicaron que la reforma del sistema de pensiones sobre la que protestan los trabajadores persigue evitar "una brecha de financiación" en el mismo debido al incremento de la longevidad de la población y a un descenso de los tipos de interés a largo plazo.
El sindicato convocante, el Ipso, cuenta con 460 miembros de la plantilla del banco, de entre los 1.500 empleados de la institución y protesta por la decisión del banco de incrementar las contribuciones a las pensiones tanto por parte del propio banco como de los empleados.
También se realizarán cambios en la manera de calcular las pensiones y se reducirán los incentivos para aquellas personas que se jubilen antes de los 65 años.
El sindicato precisó en una carta dirigida al consejo del BCE que los paros "no tienen intención de afectar la capacidad operativa del BCE" sino que el objeto es poner de manifiesto "el déficit democrático" del banco.
Ipso ofrece al banco la posibilidad de sentarse a negociar sobre el paro y sobre los servicios mínimos en el mismo, aunque advierte que la huelga irá acompañada de "probables acciones judiciales".
"Queremos advertir que esta huelga constituye la primera de las anunciadas acciones adicionales. Estamos preparados para entrar en negociaciones con los delegados pertinentes de su parte", comunicó el sindicato al banco.
La misiva ha sido enviada al presidente del BCE, Jean Claude Trichet, al vicepresidente, Lucas Papademos, y a los miembros del consejo de Gobierno Lorenzo Bini Smaghi, José Manuel González Páramo, Jüngen Stark y Gertrude Tumpel Gugerell.
Se trata de la primera convocatoria de huelga de los trabajadores del BCE, cuya fundación tuvo lugar en 1999 coincidiendo con el lanzamiento de la moneda única.