Los ministros de Empleo de la Unión Europea intentarán una vez más el próximo jueves llegar a un acuerdo sobre la reforma de la directiva de tiempo de trabajo, que regula las horas laborales semanales y los derechos a descanso.
En un consejo al que asistirá el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, los responsables europeos de Empleo debatirán una propuesta de compromiso elaborada por la presidencia austríaca de la UE que pretende acercar las posiciones de los países, explicó hoy una fuente diplomática española.
La reforma de esta directiva es uno de los temas más debatidos en los últimos años en Bruselas y en el que Austria desearía lograr avances concretos antes del final de su presidencia, el próximo 30 de junio.
La directiva vigente, de 1993, establece el tope de 48 horas laborales por semana, pero incluye como excepción el ‘opting-out’, introducido a petición del Reino Unido y que se traduce en la posibilidad de ampliar esa jornada máxima, siempre que el trabajador esté de acuerdo.
Aunque esta legislación comenzó a revisarse en 2003, las divergencias entre países han impedido hasta ahora acordar un nuevo texto.
El ‘opting-out’ es el principal punto de discordia, con dos bloques de países: el primero, liderado por el Reino Unido y en el que se incluyen Alemania, Austria y la mayoría de los países que se incorporaron a la UE en mayo de 2004, que quieren seguir manteniéndolo.
En el segundo bloque figuran España, Francia, Suecia, Bélgica, Grecia, Chipre, Finlandia, Portugal, Luxemburgo, Chipre y Hungría que rechazan la ampliación de la semana laboral más allá de las 48 horas.
La misma fuente explicó que, tras el reciente cambio de gobierno, Italia podría sumarse también a esa minoría de bloqueo.
Otro de los puntos todavía no acordados sobre la misma normativa es si las 48 horas laborales semanales se deberían computar por trabajador o por contrato, y el carácter de los periodos inactivos de las guardias.
Según la misma fuente, sobre el último punto existe un mayor consenso entre los países.
El Tribunal de Justicia de la UE ha dictado varias sentencias que insisten en que las guardias médicas deben ser consideradas íntegramente como tiempo de trabajo para contabilizar la duración máxima de 48 horas laborales semanales, posición que comparte el Parlamento Europeo.
Sin embargo, la mayoría de Estados miembros considera que, de aplicarse esta jurisprudencia, se pondría en riesgo la sostenibilidad financiera de los servicios de sanidad.
España mantiene que, a la hora de computarlos, esos periodos inactivos no deben considerarse tiempo de trabajo, aunque tampoco de descanso (por tanto deben poder recuperarse como horas libres en un momento posterior).
Los ministros abordarán todas estas cuestiones durante un almuerzo de trabajo y mantendrán después un debate público sobre el mismo tema que ocupará prácticamente toda la jornada del consejo.
UE intentará de nuevo desbloquear normativa sobre jornada laboral
Los ministros de Empleo de la Unión Europea intentarán una vez más el próximo jueves llegar a un acuerdo sobre la reforma de la directiva de tiempo de trabajo, que regula las horas laborales semanales y los derechos a descanso.
En un consejo al que asistirá el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, los responsables europeos de Empleo debatirán una propuesta de compromiso elaborada por la presidencia austríaca de la UE que pretende acercar las posiciones de los países, explicó hoy una fuente diplomática española.
La reforma de esta directiva es uno de los temas más debatidos en los últimos años en Bruselas y en el que Austria desearía lograr avances concretos antes del final de su presidencia, el próximo 30 de junio.
La directiva vigente, de 1993, establece el tope de 48 horas laborales por semana, pero incluye como excepción el ‘opting-out’, introducido a petición del Reino Unido y que se traduce en la posibilidad de ampliar esa jornada máxima, siempre que el trabajador esté de acuerdo.
Aunque esta legislación comenzó a revisarse en 2003, las divergencias entre países han impedido hasta ahora acordar un nuevo texto.
El ‘opting-out’ es el principal punto de discordia, con dos bloques de países: el primero, liderado por el Reino Unido y en el que se incluyen Alemania, Austria y la mayoría de los países que se incorporaron a la UE en mayo de 2004, que quieren seguir manteniéndolo.
En el segundo bloque figuran España, Francia, Suecia, Bélgica, Grecia, Chipre, Finlandia, Portugal, Luxemburgo, Chipre y Hungría que rechazan la ampliación de la semana laboral más allá de las 48 horas.
La misma fuente explicó que, tras el reciente cambio de gobierno, Italia podría sumarse también a esa minoría de bloqueo.
Otro de los puntos todavía no acordados sobre la misma normativa es si las 48 horas laborales semanales se deberían computar por trabajador o por contrato, y el carácter de los periodos inactivos de las guardias.
Según la misma fuente, sobre el último punto existe un mayor consenso entre los países.
El Tribunal de Justicia de la UE ha dictado varias sentencias que insisten en que las guardias médicas deben ser consideradas íntegramente como tiempo de trabajo para contabilizar la duración máxima de 48 horas laborales semanales, posición que comparte el Parlamento Europeo.
Sin embargo, la mayoría de Estados miembros considera que, de aplicarse esta jurisprudencia, se pondría en riesgo la sostenibilidad financiera de los servicios de sanidad.
España mantiene que, a la hora de computarlos, esos periodos inactivos no deben considerarse tiempo de trabajo, aunque tampoco de descanso (por tanto deben poder recuperarse como horas libres en un momento posterior).
Los ministros abordarán todas estas cuestiones durante un almuerzo de trabajo y mantendrán después un debate público sobre el mismo tema que ocupará prácticamente toda la jornada del consejo.