ROMA. Los ciudadanos italianos tuvieron que hacer frente hoy a una nueva huelga nacional de transportes que había sido convocada por los principales sindicatos del sector para protestar contra la propuesta del nuevo contrato laboral planteada por el Gobierno.
Permanecieron parados trenes regionales, el metro, tranvías y autobuses en numerosas ciudades de Italia, donde los escasos servicios mínimos obligaron a numerosos clientes a utilizar medios de transporte privados, lo que originó largas colas y atascos. Según los sindicatos, más del 80% de los trabajadores adhirieron a la huelga.
Se trata de la tercera protesta de este tipo que sufren los ciudadanos, tras las celebradas los pasados 9 de mayo y 7 de julio. La causa es el contrato nacional para los trabajadores de la red pública de transportes, sobre el que sindicatos y Gobierno no logran llegar a un acuerdo.
A la huelga nacional de transportes se añaden las molestias generadas por la asamblea que mantuvieron esta mañana los trabajadores de Alitalia, en la que decidieron proclamar el paro "inmediato y total" del transporte.
Numerosos vuelos, tanto nacionales como internacionales, sufrieron retrasos superiores a una hora, que en algunos casos, llegaron a dos. Asimismo, fueron cancelados quince vuelos en el aeropuerto milanés de Linate y uno en el de Malpensa.