Desde Twitter y Facebook hasta blogs y teléfonos inteligentes, el acceso de los empleados a las redes sociales (y la exposición de los empleadores a riesgos potencialmente costosos y prolongados) es mayor que nunca. Ya sea respondiendo a consultas de clientes a través de Twitter, redes en LinkedIn o promocionando servicios comerciales en YouTube, el creciente uso de redes sociales por parte de los empleados aumenta drásticamente la exposición de las organizaciones a demandas en el lugar de trabajo, infracciones regulatorias, infracciones de seguridad, registros comerciales mal administrados, drenajes de productividad, PR pesadillas y otros riesgos que pueden costarle millones a su compañía. Este programa se enfoca en los riesgos, reglas, políticas y procedimientos de las redes sociales. Obtendrá una comprensión clara de los riesgos de las redes sociales a los que se enfrenta su organización y de cómo un programa de administración de políticas y cumplimiento basado en las mejores prácticas puede ayudar a mitigar los riesgos, maximizar el cumplimiento y administrar los registros, el uso y el contenido.
Independientemente de si su empresa actualmente tiene presencia en las redes sociales, las mejores prácticas requieren el establecimiento de políticas de uso aceptable que rijan lo que los empleados (y ex empleados) pueden (y no pueden) publicar en los sitios de redes sociales comerciales y personales.
Las organizaciones deben actuar de inmediato para gestionar los riesgos y las reglas de las redes sociales.
Por un lado se trata de establecer reglas para la gestión de las redes sociales de la empresa y por otro instruir a los empleados en le uso de sus refdes sociales personales de manera que no afecten la reputación y la imagen de la empresa.
Según un artículo reciente de The Wall Street Journal el número de empleados despedidos en Estados Unidos por sus posts en redes sociales va en aumento. Muchos empeladores analizan minuciosamente la presencia online de un candidato a un puesto antes de tomar una decisión.
Aquellos comportamientos en Internet que puedan traer tensión en el lugar de trabajo, perjudicar la reputación de la compañía o llevar a acciones juicales o regulatorias a la empresa deben ser detectadas cuanto antes.