LYON, Francia – Tres ejecutivos británicos y uno francés del fabricante de adhesivos británicos Scapa están retenidos desde el martes por los trabajadores de una planta en el centro-este de Francia amenazada de cierre, indicaron este miércoles la dirección y los sindicatos de la empresa.
Este es el cuarto incidente de este tipo en Francia en las últimas semanas.
El director de operaciones europeas del grupo, el director financiero y la directora del personal, todos británicos, así como el director general de Scapa Francia permanecen secuestrados en la planta de Bellegrade-sur-Valserine (departamento de Ain).
"Tienen libertad de desplazamiento dentro de la fábrica, pero no pueden salir", precisó una fuente sindical.
La dirección de Scapa prevé cerrar esta fábrica ubicada cerca de la frontera suiza, especialista en los adhesivos para la industria del automóvil, que da trabajo a unas sesenta personas, "debido a la caída de 50% de este mercado en 2008", indicó la dirección.
El caso de Scapa es el cuarto caso de retención de ejecutivos en el interior de una empresa en conflicto social que se produce en las últimas semanas en Francia.
El martes de la semana pasada, los trabajadores de la filial francesa de la empresa estadounidense Caterpillar retuvieron en el local de la empresa en Grenoble (centroeste) al presidente y a otros tres ejecutivos, después de que la empresa anunciara 733 despidos.
Anteriormente, los ejecutivos de Sony Francia y de la filial francesa del estadounidense 3M habían corrido igual suerte.
La ex candidata presidencial y dirigente socialista Segolene Royal, comentó recientemente que estas acciones permiten a los trabajadores "debilitados, pisoteados, despreciados" ser escuchados.
Pero el martes, el presidente francés Nicolas Sarkozy aseguró que no tolerará el secuestro de ejecutivos como método de presión.
Sin embargo, la semana pasada, Sarkozy había declarado que estaba dispuesto a reunirse con los sindicatos de Caterpillar Francia, luego de conocerse públicamente que los trabajadores retenían a los ejecutivos.
El diario francés Le Parisien publicó el martes un sondeo que revela que el 50% de los franceses consideran este método como "no aceptable", contra 45% que lo considera "aceptable".
Según otro sondeo Ifop-Paris Match, un 63% de las personas encuestadas dicen "comprender pero no aprobar" este tipo de acción, el 30% la aprueban y sólo el 7% la condena.
La tensión social va en aumento en Francia en medio de un incremento del desempleo que ya alcanza a 2,38 millones de personas, mientras otras informaciones dan cuenta de las primas millonarias que reciben algunos empresarios.
La semana pasada, el Presidente del grupo de productos de lujo y de la distribución PPR, François-Henri Pinault, uno de los empresarios franceses más poderosos, fue retenido durante una hora en el interior de un taxi en París por trabajadores que protestaban contra el despido de unos 1.200 empleados del grupo.
La decisión de los ocho sindicatos franceses de manifestarse juntos el próximo primero de mayo en el Día del Trabajador, es una muestra del ambiente reintante en Francia.