CARACAS. Venezuela tomó el viernes en forma temporal el control de una fábrica de pastas de Cargill tras asegurar que no cumplía con normas de abastecimiento, en una nueva jugada del presidente Hugo Chávez contra el gigante alimenticio de Estados Unidos.
El viceministro de alimentos, Rafael Coronado, dijo que el cierre por 90 días fue ordenado luego de que las autoridades descubrieran que la fábrica no producía la suficiente cantidad de un tipo de pasta que se vende a precios bajos establecidos por el Gobierno.
"Había un marcado incumplimiento de la ley", dijo Coronado en una emisión televisiva desde el exterior de la planta en el estado costero de Vargas. En la operación de toma de control participaron soldados.
Durante su década en la presidencia, Chávez ha ordenado grandes nacionalizaciones, como la de una planta de arroz de Cargill este año y unas 20 compañías de servicios petroleros la semana pasada.
Coronado dijo que tras 90 días el Gobierno podría decidir tomar más medidas contra la fábrica.